Quién no sueña con un barco.en el cual perderse un tiempo, o para siempre.
Como fantasea la mente de quién aún no vivió la aventura de soñar en el agua.
Cuanta gente se pierde gente y grupos de gentes que viven en un barco.
No cualquier barco.un velero.
Que como la flauta mejor reproduce la respiración humana.Se respira con cada oleada de viento,con la marea, y cuanto amaina y nada se mueve,y el ser,despojado de apuro,se relaja y espera,que de nuevo la naturaleza agite bondad.La que lleva de aquí hacia allí.Allí en donde uno se permita ir...
Claro que no todo es completo en la vida.
Algo hay que dejar para encontrar lo que mi amigo disfruta.
Fácil pedir sueños en el agua,pero vivir en pareja...? arraigarse ?
Para que...?
Tiempo que se invierte en reparar un timón,una vela, un circuito.
Tiempo que otros envidiamos,pero no sacrificamos.
Hay un bienestar que evoca la vida.profundamente.
El contacto con la naturaleza peligrosa del alma.
Que revive en cada momento en el que viento enardece las olas,y el barco se sacude como esperando el último momento.
Pero resiste.
Como resisten los que luchan por una forma de vida.
Sea la que fuere,esta hermosa forma no hace mal a nadie.
Crea y recrea,como la música tocada por la orquesta,cuando escuchamos las historias,compartimos una cena, y de vez en cuando a la mar,con el Pato, Ricardo Alterio.
Un amigo que sabe navegar...también por la vida...
Adrian
